Otro mundo es posible, ¡No seamos peces!
REFLEXIÓN. Actividad 6. Borrador 1.
"Aquí comienza la aventura de La Gatita Curiosa. Crear un Blog... no sé ni cómo empezar! Bueno, en La Salle, además de Contenidos aprendemos mucho más... Por ejemplo, a Saber Hacer un Blog. Con este Blog, este nuevo semestre de mi tercer curso de Grado en Infantil y mis nuevas asignaturas, empieza también mi aventura de crear una Escuela Infantil... ¿En los tiempos que corren? Pues sí, quizá como me dicen últimamente, estoy un poco loca. Loca sí, pero Curiosa! ;)"
Con esta pequeña entrada comenzaba mi aventura... hacía nada que empezaba mi proyecto de Escuela infantil y el curso que ahora acaba. A la hora de la reflexión me parecía importante ver cómo había empezado... y como siempre lo hacen las cosas, era con ilusión, y miedo. Ahora que echo la vista atrás, superado el tercer curso de Infantil, y acabadas las obras en la escuela ( no sé qué parte ha sido más dura) haciendo malabares con el tiempo, me toca centrar lo importante para no olvidarlo. "Una vez alguien me dijo que los peces no tienen memoria, que en apenas unos segundos olvidan lo que han vivido momentos antes" Ismael Serrano. La memoria de los peces. ¡No seamos peces!
Pues al final he aprendido a hacer un blog, no sé si mejor o peor, pero como con las lenguas y lenguajes siempre ocurre, me ha servido para comunicarme, así que ha cumplido su función; es más, me ha gustado tanto que ¡no pienso dejarlo!
El cambio siempre asusta, aunque sea para bien; cuando nuestra profe de habilidades lingüísticas nos planteaba una evaluación en base a actividades colgadas en un blog, piensas (porque ya tienes experiencia en La Salle en lo que supone una asginatura sin examen) ¡madre mía! ¡a currar a muerte! pues sí... no me equivocaba. El otro día comentaba con mi compi, y ya amiga Marina, que era en la asignatura que más habíamos currado, sin duda, y en la que teníamos mejor controlado el temario precisamente por eso, porque habíamos trabajado todo el curso con actividades prácticas y significativas. Pues eso es lo más importante que he aprendido, que hay que cambiar (ya lo tenía casi claro, es verdad, me ha servido para reforzarme en ese pensamiento), que no podemos tener a nuestros pobres pequeños sentados todo el día haciendo fichas de letras, que otro mundo es posible.
También es cierto que no depende de nosotras en el caso que seamos una tutora de aula al servicio de una Dirección escolar que no piensa lo mismo; pero hay esperanza, porque todo se puede hacer. Ésa es otra cosa que he aprendido, que no hace falta cambiar las cosas de golpe, que si no se puede, no podemos rendirnos y decir que no se puede, si no que hay que hacer lo posible por mejorar. Después de conocer el constructivismo aplicado a la lectoescritura y haber sacado punta de un método como Letrilandia, estoy convencida. ¡A ver quién dice que no es posible mejorar el método que tenemos que trabajar obligatoriamente, con otros métodos o formas de trabajo!
Como persona que lee, y mucho, nunca he entendido por qué a los niños y jóvenes les gusta poco leer, o nada, o directamente no lo hacen... pero claro, volvemos a una idea básica que se olvida, la motivación... ¿por qué se empeñan en hacerles leer libros que son un coñazo? (con perdón), entiendo que tengan que leer obras que forman parte de la historia literaria cuando son mayores, pero podrían hacerles leer una de esas y otra que les apetezca ¿no?. En esta asignatura también he ampliado mi respuesta al fracaso de la lectura en los jóvenes, y es que desde pequeños les aburrimos con las letras, la m con la a, la p con la e, y leer obligados cosas sin sentido y que no les pueden ineteresar jamás (y que es causa directa de que decodifiquen en lugar de que lean comprendiendo). ¿Qué pasa con el aprendizaje significativo? Mi hijo se sabe la mitad de los nombres de los Invizimals y aún no sabe leer... aprendizaje significativo y constructivismo, suponen interés, motivación, ser parte activa en el proceso, quizá deberíamos haber empezado por ahí, bueno, como he dicho antes, aún estamos a tiempo.
Otra parte que me preocupa son los trastornos del lenguaje (y todos los demás), a veces hasta creo que si siguiésemos ese camino de individualidad en la enseñanza, de trabajar para el niño y conocerlo, despertar su interés, dedicarle el tiempo suficiente, respetar sus ritmos, de eliminar un poco la enorme rigidez de nuestro sistema, de nuestras vidas... se evitarían muchos fracasos escolares y disminuirían los trastornos o su gravedad.
Al final, lo que he aprendido es que existe otro mundo, otras formas de enseñar, y que cada uno puede hacer el máximo dentro de sus posibilidades. Como maestros, como madres, como personas... Si mi hijo tiene que hacer tres hojas de grafía de letrilandia, que las haga, que después le prestaré un rato ese cuento juguete precioso que he hecho sobre los animales del bosque, que le entusiasma, que es un regalo porque es para él, y le diré que me escriba una carta preciosa diciendo lo mucho que quiere a su mamá ;)